Por: Gina Correa.
Abogada, maestra de educación preescolar y especialista en gestión de políticas sociales y en género.
Quiero iniciar este artículo afirmando que aspiro a tener un país en donde los estereotipos sean contrarrestados en el idioma y el léxico de las personas, de la leyes, de los medios de comunicación, de las redes sociales y por sobre todas las cosas en la educación, porque no es cierto cuando se dice que aprendimos o culturalmente nos impusieron, que las mujeres son débiles y los hombres fuertes, que las mujeres en lo privado, (CUIDANDO Y PROCREANDO) y los hombres en lo público (PODER Y PROVEER) porque esos estereotipos son fuertes obstáculos para que las mujeres sean tratadas en forma digna, en igualdad de oportunidades y desafíos.
Desde nuestra infancia hemos escuchando que a las mujeres les gusta el color rosa y a los niños el azul, que las mujeres deben hacerse cargo del cuidado de los hijos y quehaceres del hogar, y los hombres deben salir a trabajar y proveer a la familia, las niñas juegan con muñecas y los niños juegan con soldados y así pudiera seguir listando muchos casos más.
Me detengo a realizar la primera reflexión, ¿En qué influye que a una niña le guste el color azul? ¿Qué le guste jugar con soldaditos? y ¿Qué quiera salir a trabajar y proveer a la familia? ¿En qué influye que a un niño le guste el color rosa?, ¿Le guste jugar con muñecas? y ¿Quiera colaborar con las tareas de cuido dentro del hogar? La respuesta inmediata debe ser en NADA, sin embargo, esta estigmatización sigue presente en nuestra sociedad desde hace años, aunque las mujeres se estén profesionalizando y delegando tareas de cuido y el hombre cambiando pañales y ayudando a cuidar a sus hijos, esto es así porque seguimos poniéndole género a éstas acciones, los colores no tiene sexo, los juguetes no tienen sexo, las responsabilidades no tienen sexo, los deportes no tienen sexo, las profesiones no tienen sexo porque insistir en aquello que no contribuye a crear sociedades equitativas y sin discriminación.
¿Cómo podemos contrarrestar los estereotipos? ¿Qué sugieres? Yo sugiero compartir las horas en igualdad de tiempo en las tareas de cuido dentro del hogar para hombres y mujeres, equiparar que las licencia de maternidad sean iguales a las licencias de paternidad, equiparar los salarios para hombres y mujeres en igualdad de condiciones, no permitir la discriminación o preferencia a los hombres en profesiones que estaban pensadas o ejecutadas a través del tiempo por hombres, por ejemplo, la carrera política, las ingenierías, las ciencias, la tecnología, se le dé mayor visibilidad y oportunidad a las mujeres en cargos de toma de decisiones, los mensajes en los medios de comunicación que se enfoquen en circular valores en favor de la igualdad de y nosotros dentro de nuestros hogares, centros educativos en educar a nuestra familia y entorno en valores, sin odio, respetando las diferencias, promoviendo la libertad y tolerancia, seamos ejemplo y agentes de cambios.
Quiero finalizar este artículo afirmando que todos juntos, familias y gobiernos cumpliendo nuestras responsabilidades podemos lograr tener ese país al que aspiro, en donde las mujeres no sigan siendo estereotipadas y podamos vivir en una sociedad tolerante donde se conviva de manera pacífica y con mejores oportunidades para todos.
